Salir del Armario es sin duda uno de los actos más valientes y activistas que puede hacer una persona LGTBI. Es reconocer su identidad, su orientación,
visibilizar quien somos.
Educar
en la diversidad afectivo-sexual
favorece que las personas LGTBIQ+ decidan dar ese paso y en consecuencia vivir su vida en plena libertad.
Tal vez te estas planteando dar este gran paso, y puede que no sepas bien como hacerlo. Aquí te damos una serie de consejos para que, en el momento que tu lo decidas, salgas de esa "jaula de cristal"
1. ELIGE EL MOMENTO
Es importante que cuando decidas dar el paso y abrir ese armario lo tengas muy claro. No debes hacerlo bajo presión, y siempre te tienes que preparar frente a algunas opiniones que te dejarán sin habla, tanto a favor de tu salida del armario como en contra. Como hemos comentado antes, salir del armario es una acto muy valiente. Date tiempo.
No se debes salir del armario a raiz de discusión o enfrentamiento. Tampoco si en ese momento la familia se está enfrentando a algún problema grave. Hay que escoger la ocasión en la cual todas las partes puedan conversar tranquilamente.
2. TEN PACIENCIA
Cuando una persona decide "Salir del Armario" no lo hace sola, también de alguna manera lo hace su entorno (familia y amistades). La heterosexualidad se da por sentado, la homosexualidad no. Ten paciencia, tu entorno necesita tiempo para de alguna manera encajar y naturalizar que tu no eres heterosexual.
3. BUSCA ENTORNOS SEGUROS
Rodéate de personas "aliadas" entre tu familia, amistades o en tu entorno escolar o laboral. También puedes contar con asociaciones LGTB
que te pueden asesorar y acompañar en este momento, y descubrirás que hay muchísima gente que te entiende de primera mano, ya que han pasado por tu misma situación.
4. NO COMPENSA VIVIR EN EL ARMARIO
Tener miedo o angustia al afrontar este momento es habitual, pero cuando te liberas merece la pena. No te pasará ni un 10% de las malas cosas que piensas, y en pocas semanas toda la gente te dirá que estás mucho mejor, incluso físicamente.
Además, vivimos en una de las tierras más libres, diversas e inclusivas de Europa, y la ley está de nuestro lado, con una serie de leyes que garantizan todos nuestros derechos.